domingo, 16 de octubre de 2011

La Vida en la Costa Oeste (Día 14: Final)

El Dutch Windmill en el Golden Gate Park
Lamentablemente el tiempo pasa muy rápido y todo llega a su fin. Este es nuestro último día en San Francisco. Mañana temprano arrancaremos para el aeropuerto, y estaremos llegando a Ezeiza, previa escala en Atlanta, el lunes a la mañana.
Pasamos casi todo el día entre compras (más que nada tratando de cumplir con todos los encargos) y embotellamientos. Realmente San Francisco es una ciudad complicada para andar en auto por dos cosas: hay demasiados autos en la calle, lo que provoca constantes atrasos y embotellamientos, y porque estacionar es un problema. No hay casi espacios públicos para hacerlo, todas las calles, o tienen el cordón pintado de rojo (donde no se puede estacionar), o tienen parquímetro (en su mayoría con limitaciones de tiempo y caros), o tienen carteles que dicen que de tal a tal hora no se puede estacionar. Siempre hay que terminar cayendo en algún garage, que también son caros. Para colmo nos agarró una manifestación que nos complico más el día.
A pesar de todo pudimos conseguir la mayoría de las cosas.
El Getty Center
Ya tenemos casi todo ordenado para salir. Solo faltan las cosas de último momento. Por supuesto que ninguno quiere volver, y mucho menos regresar a trabajar. Como despedida iremos a comer al Hard Rock Cafe en la zona del puerto.
Fue un viaje increíble, en el que no tuvimos dos día iguales. Recorrimos casi 3000 kilómetros, paramos en 7 hoteles, pasamos por grandes ciudades, pequeños pueblos, vimos hermosos paisajes naturales, parques nacionales, parques temáticos, visitas a estudios de cine y televisión, playas, piletas, casinos. En definitiva, de todo. Creo que no se puede pedir mucho más.
Ahora solo nos queda disfrutar del viaje de vuelta a casa con la sensación de haber vivido una aventura sensacional.

El Rainbow desde adentro
La torre del Stratosphere

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