martes, 4 de octubre de 2011

La Vida en la Costa Oeste (Día 2)

Cable Car
San Francisco esta repleta de pintorescos Cable Cars (especie de tranvías). Tomamos uno rumbo al Fishermen's Wharf, en la costa de la bahía. El propósito: tomar el ferry rumbo a Alcatraz. El viaje, como casi cualquier otro en esta ciudad, esta plagado de abruptas subidas y bajadas.
La Roca es impresionante. Estuvimos cerca de 2 horas en la isla, recorriendo la cárcel y sus alrededores, hasta que fuimos casi desalojados por la lluvia. Cuesta imaginar lo dura que sería la vida para los reclusos, muchos de los cuales son célebres, como Al Capone.
De vuelta en la bahía recorrimos el Pier 39, un parador donde se puede comprar todo tipo de souveniers, y comer (está el Hard Rock). Es increíble como los yankees logran convertir todo en un negocio. Incluso a unas cuadras de distancia, en el Pier 45, se puede encontrar un dock repleto de antiguos video games, donde por solo 25 centavos podemos volver a nuestra infancia y bastante mas atrás también.
Alcatraz
Perdida en un barrio medianamente adinerado de Frisco, hay una calle llama Lombard St. A simple vista no parece tener nada especial, sin embargo, en una de sus cuadras la calle es en bajada y zigzagueante, ofreciendo  una preciosa vista de la ciudad. Es atracción constante de turistas, que la suben caminando o la bajan en auto.
Como toda gran ciudad, San Francisco alberga gran cantidad de ciudadanos de distintos países. Cerca del centro financiero fuimos a visitar China Town, un reducto de tres por seis cuadras donde los inmigrantes del gigante asiático viven en comunidad. Nunca mejor utilizadas las palabras: ¡Este es el barrio chino, Marge!
Algo cansados, por un recorrido que nos tomo casi 11 horas, la mayoría de ellas a pie y bajo la lluvia, recorrimos algunos negocios de ropa, y una disquería (si, si, tuve que comprar algo), y luego volvimos al hotel.
¡La vida del turista es agotadora pero excitante!



Lombard St.

1 comentario:

  1. Nuuuuuu, Alcatraz, que genialidad. Me imagino lo que debe ser estar ahí dentro, una locura. No por nada es la cárcel más famosa del mundo, por su ubicación y por todo eso de que "escaparse es imposible". Grosso.

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