jueves, 29 de noviembre de 2012

Las 15 Mejores Sagas


Las sagas, esas historias que son tan grandes que no pueden ser contadas en una sola película. Ese es el tema que ocupa nuestro post de hoy. En general, si los argumentos son buenos, si tienen base sólida, me gusta esa sucesión de films necesarios para contar historias increíbles.
Es verdad que hay de todo, tanto grandes como pequeños films, mediocres o llenos de creatividad. En esta oportunidad he decidido elaborar un ranking, con las quince sagas que más me gustan. Aclaro antes de empezar, que considero saga a una franquicia que al menos tenga tres películas o más. Acá van las primeras cuatro!

15 - Alien (1979; Aliens, 1986; Alien3, 1992; Alien: Resurrection, 1997)
Dirigida por Ridley Scott, cuenta la historia de la tripulación de una nave espacial que debe enfrentarse a una creatura alienígena, empecinada en ir matándolos de a uno. La peli no contó con un gran presupuesto, y se destacó por el suspenso y la tensión que logra transmitir en un ambiente opresivo, pasando a la historia como una de las grandes obras de ciencia ficción de su director. El protagónico recayó en una jovencita Sigourney Weaver, y también fueron de la partida Tom Skerritt y John Hurt, entre otros. Para la secuela la silla del director fue ocupado por otro grande del genero, James Cameron. Esta vez, la idea giraba en torno a ampliar el universo Alien. Aquí, se trata de una misión que parte hacia una colonia espacial, de la cual no se ha tenido noticias en un tiempo considerable. A Weaver, se le suman Michael "soy el papá de John Connor" Biehn, Lance Henriksen, Bill Paxton y Paul Reiser. La tercera, retoma directamente desde el final de la anterior, y nos muestra nuevamente a Ripley (Weaver) como única sobreviviente. La acción transcurre en un penal, en el cual nuestra querida creatura va a tener comida para rato. David Fincher se hace cargo de la dirección. Al elenco también se suma el entrañable Pete Postlethwaite (quizá no te suene, pero lo viste el mil pelis). La última secuela, dirigida por Jean-Pierre Jeunet, y con guión del gran Joss Whedon, incorpora a Winona Ryder y a Ron Pearlman, entre varios más, al cast. En esta oportunidad han pasado 200 años de la muerte de Ripley, pero logran clonarla, junto con el chobi que llevaba en su interior, al cual logran extirpar. Sin embargo, un error en el experimento y un grupo de mercenarios van a hacer que todo se complique una vez más. Por razones éticas (?), he decidido dejar a fuera a la reciente Prometheus.

14 - Die Hard (1988; Die Hard 2, 1990; Die Hard: With a Vengance, 1995; Live Free or Die Hard, 2007)
Uno de los grandes clásicos de acción de los últimos años, que redefinió la forma de hacer este tipo de films. Bruce Willis es John McClane, un policía engreído e indisciplinado que se logra cargar a una gran cantidad de tipos malos, en soledad. En la primera entrega todo transcurre durante una toma de rehenes en el edificio Nakatomi Plaza, en Los Angeles, durante navidad. Será tarea de McClane liberar a su esposa y al resto de las garras del terrorista alemán Hans Gruber (Alan Rickman). En la segunda peli, la acción se muda al Aeropuerto Internacional de Dulles, en el que Willis se verá envuelto con un grupo terrorista liderado por un ex militar que busca la liberación de un importante traficante de droga. La siguiente nos presenta a Simon Gruber, hermano de Hans (interpretado por Jeremy Irons), que envolverá a McClane en un juego muy explosivo por las calles de Nueva York. Esta vez, nuestro heroe no estará solo, sino que contará con la ayuda de un electricista del Harlem, Zeus Carver (Samuel L. Jackson). En el último episodio lanzado hasta el momento (se habla de una quinta entrega para el año próximo), un más que maduro Willis, se enfrenta a un cataclismo de proporciones cibernéticas, cuando un terrorista comienza a manipular a toda la ciudad mediante hackeos informáticos. La ayuda del hacker Matt Farrell (Justin Long), a quien debe proteger, probara ser muy valiosa. En orden de aparición, los directores de estas cuatro gemas son: John McTiernan, Renny Harlin, nuevamente McTiernan, y Len Wiseman.

13 - Toy Story (1995; Toy Story 2, 1999; Toy Story 3, 2010)
Se trata del primer largometraje producido por Pixar, y sus dos secuelas. En la primera edición el concepto giraba en torno a los juguetes de Andy, quienes cobraban vida cuando su dueño no estaba cerca. La trama se inicia con el cumpleaños del niño, para el cual recibe un nuevo juguete, el astronauta Buzz Lightyear, que pasa inmediatamente a ser su juguete favorito, despertando la envidia del cowboy Woody, el anterior beneficiario del trato preferencial del niño. El film es excelente, y realmente marcó el inicio de una época. Actores de la talla de Tom Hanks, y Tim Allen prestaron sus voces, para darle vida a estos simpáticos muñecos. John Lasseter se hizo cargo de la dirección, y en la adaptación del guión participó Joss Whedon (entre otros). Mención aparte merece el hitazo de Randy Newman, You've got a friend in me (Yo soy tu amigo fiel). En la segunda parte, Woody es robado por un coleccionista de juguetes de una venta de garage organizada por la madre de Andy, en la que no se suponía que debía estar. Al enterarse Buzz reúne un equipo de juguetes para rescatarlo. Nuevamente dirigida por John Lasseter, y manteniendo el elenco de voces, es otro gran hito de la factoría Pixar. Estoy tentado en sentenciar que la tercera parte es la mejor de todas. Un Andy crecido, que se va a la universidad, decide donar sus juguetes. Su madre los lleva a Sunnyside, una guardería dominada por un malvado oso de peluche. La pregunta es, ¿cómo lograran escapar? Esta es la única película de la saga en haber sido realizada en 3D, y la única también en haber logrado el Oscar a la mejor película animada. El trabajo de director recayó en Lee Unkrich, y la banda sonora, como en el resto de los films en Randy Newman.

12 - Jurassic Park (1993; The Lost World: Jurassic Park, 1997; Jurassic Park III, 2001)
En la primera mitad de la década del 90 a nadie se le ocurría soñar con dinosaurios viviendo entre nosotros como parte de un parque de diversiones. O por lo menos a casi nadie. Al escritor Michael Crichton le pareció un buen argumento para un libro, y el genial Steven Spielberg no tuvo mejor idea que llevarla a la pantalla grande (también lo haría con la primera secuela). Contando con un gran presupuesto, excelentes efectos especiales y un elenco formado por Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldblum y Samuel L. Jackson, entre otros, el primer film de la saga realmente dejó al mundo sorprendido. Dinosaurios de distintas especies, un parque impresionante, y una traición bastaron para que todo se desbarajuste, y pronto las bestias, en principio enjauladas, estaban correteando por ahí, para desgracias de los visitantes. Unos años después, los dinosaurios aun continúan vagando libres por la isla Sorna. Hacia allí llega el matemático Ian Malcolm (Jeff Goldblum) para realizar un documental. Sin embargo todo vuelve a desmadrar, y termina con un tiranosaurio deambulando por las calles de San Diego. Julian Moore, y Vince Vaughn formaron parte del elenco para esta secuela. La última entrega vio la luz a principios del siglo XXI, y cuenta con el regreso de Sam Neill, y Laura Dern (esta última con una participación pequeña), así como la incorporación de William H. Macy y Tea Leoni. Esta vez la dirección estuvo a cargo de Joe Johnston. En esta última entrega, un matrimonio decide sobrevolar la isla como festejo por su aniversario de bodas, llevando al paleontólogo Alan Grant (Neill) para que los asesore. Por supuesto el avión se estrella, develándose el verdadero motivo del viaje, encontrar a su hijo perdido en una isla llena de dinosaurios.

Debo confesar que la idea original era realizar tres capítulos de cinco puestos cada uno. Sin embargo, por cuestiones de extensión, he decidido agregar un capítulo. Con lo cual finalmente serán tres episodios de cuatro sagas, y uno de tres. La seguimos la próxima.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Grandes frases redondas


Tanto en nuestro querido Rock Argentino, como en el creado fronteras afuera, hay canciones que nos marcan por distintos motivos. En algunos casos por su ritmo irresistible, en otros por las bellas melodías, a veces tienen un "no sé que" difícil de explicar, y otras tantas por su letra. Es justamente de este último grupo del cual me voy a ocupar en este post. Específicamente, me gustaría destacar ciertas frases que por alguna razón me conmueven, logran que me sienta identificado o simplemente me gustan. Todas ellas tienen algo en común, salieron de la calva cabeza del Indio Solari, y corresponden a canciones de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. No voy a intentar explicarlas, ni razonarlas. Ni siquiera a mencionar que me hacen sentir. La idea es soltar la frase, dejarla ahí escrita para que cualquiera pueda leerla y sacar sus propias conclusiones.

"Vivir, sólo cuesta vida" - Ropa Sucia, ¡Bang! ¡Bang!... Estás Liquidado, 1989.

"Violencia es mentir" - Nuestro Amo Juega al Esclavo, ¡Bang! ¡Bang!... Estás Liquidado, 1989.

"El tipo maduró pronto y se pudrió bien temprano" - Cruz Diablo, Luzbelito, 1996.

"Pida lo que usted quiera, señor; el límite es el cielo, señor; de un dios nuevo, mejor hecho; y bajo nuestro pulgar." - El Árbol del Gran Bonete, Último Bondi a Finisterre, 1998.

"Las minitas aman los payasos y la pasta de campeón" - El Pibe de los Astilleros, La Mosca y la Sopa, 1991.

"¿Era todo? pregunté; soy un iluso." - Esa Estrella era mi Lujo, ¡Bang! ¡Bang!... Estás Liquidado, 1989.

"Lo mejor de nuestra piel es que no nos deja huir" - Espejismo, Lobo Suelto, Cordero Atado (vol. 1), 1993.

"Las despedidas son esos dolores dulces" - Gualicho, Último Bondi a Finisterre, 1998.

"Mi amor, la libertad es fanática; ha visto tanto hermano muerto, tanto amigo enloquecido, que ya no puede soportar la pendejada de que todo es igual" - Blues de la Libertad, Luzbelito, 1996.

"Yo sé que no puedo darte algo más que un par de promesas, no; tics de la revolución, implacable rocanrol y un par de sienes ardientes que son todo el tesoro." - Juguetes Perdidos, Luzbelito, 1996.

"Pero a los ciegos no le gustan los sordos" - La Hija del Fletero, Lobo Suelto, Cordero Atado (vol. 1), 1993.

"Rara vez esta vida tiene sentido, amor; y así ves que hasta mi sombra brilla en esta ciudad." - Rock Yugular, Luzbelito, 1996.

"El futuro llegó hace rato, todo un palo, ya lo ves" - Todo un Palo, Un Baión para el Ojo Idiota, 1988.

"Ensayo general para la farsa actual, teatro antidisturbios" - Vencedores Vencidos, Un Baión para el Ojo Idiota, 1988.

"Por favor que el adiós no le alargue, me canse de tanto esperar… cuando el fuego crezca quiero estar ahí" - Yo Caníbal, Lobo Suelto, Cordero Atado (vol. 2), 1993.

Obviamente estos son solo algunos fragmentos que me gustan. Las letras de los Redondos son muy ricas en contenido, y seguramente se me haya escapado alguna. ¿Cuál es tu favorita?


jueves, 15 de noviembre de 2012

Everybody Lies (Todos Mienten)

El elenco original
Cuando algo que disfrutamos llega a su fin, no podemos sentir más que una sensación parecida a la tristeza. Claro que no se trata de algo doloroso, sino solamente de un pequeño vacío que nos queda post conclusión. 
Escribo estas líneas porque ayer terminé de ver el capítulo 22 de la octava temporada de Dr. House. Es decir, el último. Durante 8 largos año, este particular doctor formó parte de mi vida de alguna manera. Al punto de atraparme y lograr que siga capítulo a capítulo sus casos. 
Para quien no escuchó nunca hablar de la serie, o para el que solo la conoce por su título, se trata de un drama médico, pero de características singulares. Básicamente se diferencia de algunos otros shows de la misma temática por la construcción de sus personajes, en especial de quien le da nombre a la serie. 
Gregory House es un excelente médico de diagnóstico, obsesionado con los puzzles, sumamente inteligente (y hasta acá los elogios), que es cabeza de un equipo médico de nunca menos de tres integrantes, encargado de resolver los casos más difíciles que se presentan en el Hospital Universitario Princeton-Plainsboro en Nueva Jersey. En cada episodio vemos como House y su equipo se enfrentan a nuevos desafíos mientras lidian con sus propios demonios. 
Lo más atractivo del show es la personalidad del personaje principal. Hugh Laurie logra una excelente interpretación poniéndose en la piel de este médico resentido, cínico, egoísta, bastante alejado de los límites de la incorrección política, y dispuesto a arriesgarse a sí mismo y a sus pacientes con tal de llegar a la verdad, internándose en búsquedas y deducciones que lo emparentan muy de cerca con Sherlock Holmes (además de compartir varios rasgos de su personalidad). 
Obviamente, y como se desprende de alguna de las cosas mencionadas más arriba, House no está solo. Los miembros más destacados de su equipo, al que se encarga de volver loco y presionar hasta límites insospechados episodio a episodio, son el Dr. Robert Chase (Jesse Spencer), la Dra. Allison Cameron (Jennifer Morrison), el Dr. Eric Foreman (Omar Epps), hasta acá el equipo original; el Dr. Lawrence Kutner (Kal Penn), la Dra. Remy Hadley (la bella Olivia Wilde), el Dr. Chris Taub (Peter Jacobson), y las efímeras Dra. Martha M. Masters (Amber Tamblyn), Dra. Chi Park (Charlyne Yi), y Dra. Jessica Adams (Odette Annable). Cada uno de ellos con distintas y bien definidas características que los hacen únicos, enfrentados a una relación cercana al amor/odio con su jefe. 
El equipo de la quinta temporada
Mención especial merecen dos personajes de gran importancia. En primer lugar, la Dra. Lisa Cuddy (Lisa Edelstein), la directora del hospital que intenta lo imposible, manejar a House. De alguna manera trata de ponerle límites. Además siente una atracción amorosa por el protagonista, la cual debajo de todas esas agresiones que intercambia con Greg, es correspondida. Y en segundo lugar, el Dr. James Wilson (interpretado magistralmente por Robert Sean Leonard), que es el mejor y único amigo de House, la voz de su conciencia, la persona que siempre está a su lado para ayudarlo, y cuya paciencia y lealtad es probada hasta extremos muchas veces inaccesibles. Es una de las pocas personas a las que nuestro notable médico escucha.
No quisiera terminar sin antes destacar la excelente musicalización del show, cuyas canciones están elegidas con una exactitud tal que acompañan de manera inmejorable las distintas historias, escenas y climas.
En definitiva se trata de un gran show, que más allá del interés que puede generar por la resolución de casos médicos complejos, se centra en las relaciones entre los personajes, y en como giran en torno al principal, un doctor amargado, que no cree en nada más allá de la ciencia, que se encarga de expulsar de su vida a todos los que en algún momento sienten amor, cariño o afecto por él, que se comporta muchas veces de manera infantil, pero que sin embargo logra atraer, generar empatía en el espectador, y ganas de seguir sus desventuras semana a semana. ¿Qué más se puede pedir de un programa de televisión?



jueves, 1 de noviembre de 2012

El camino de vuelta a casa

Solo escuchaba el retumbar de sus pasos. Caminaba rápido, tanto como sus breves piernas y esa ajustada pollera se lo permitían. Nunca le gustó caminar sola de noche. Le daba terror. Cada ruido, cada persona que se cruzaba podía ser una amenaza. Vivir en un barrio tranquilo tiene un sinnúmero de ventajas. Pero las calles angostas y mal iluminadas no figuraban entre ellas.
La soledad y la oscuridad se conjugaban y la obligaban a pensar. A reavivar esa vieja culpa, esa certeza que hace años la persigue. Ella no está viviendo la vida que debería, y lo sabe. Es una impostora, una usurpadora. Si alguien se diese cuenta sería su final. Mira desesperada a los costados, se voltea. Nadie alrededor. Decide que lo mejor es ponerse a escuchar música. Quizá eso sea suficiente para acallar su mente divagante.
Pronto sus pasos se acompasan al ritmo de The Wallflowers. La primera llamada en su celular no llegó a atenderla. Era de la oficina. Volverían a llamar, pensó. Efectivamente a los pocos minutos el teléfono sonó nuevamente. Parecía como si ese maldito aparato no estuviese dispuesto a impedir que se relajase. La conversación fue breve. Apenas unos escasos segundos, lo suficiente como para transmitirle lo que debía hacer a continuación.
Siempre le costaba desaparecer, sus asignaciones solían ser de larga duración y eso la hacía encariñarse. Esta vez habían pasado siete años. Demasiado, hasta para una profesional de su experiencia.
Le quedaban pocas cuadras para llegar a su hogar. Debía utilizar esos pocos minutos para dar con una salida decorosa, o al menos creíble. Sopeso sus opciones, que no eran demasiadas. Si nunca volvía el daño sería irreparable. Los que hasta hoy (y esto debía permanecer inmutable a través del tiempo) se creían sus hijos se pasarían la vida buscándola, la duda los haría miserables.
Simular un accidente era muy trabajoso, y las cosas que podrían salir mal innumerables. Ni que hablar de un asesinato, que además implicaba involucrar a terceros.
Lo más justo para todos era el suicidio. Luego de tantos años de experiencia laboral sabía exactamente qué hacer.
En lugar de realizar el cotidiano giro a la izquierda, que la hubiese depositado en su hogar, siguió caminando derecho unas cuadras mas. Se encontraba a algunos metros de la vía del tren cuando se detuvo.
Consulto rápidamente los horarios del tren y miro su reloj. Tenía solo 2 minutos antes del próximo rápido a Moreno.
Aguardó con todos los músculos tensos hasta que vio la luz de la locomotora y escuchó la bocina. Esperó a que aquel bólido estuviese lo suficientemente cerca. Cerró sus ojos bien fuerte, puso su mente en blanco, apretó sus puños y se lanzó al vacío.
Abrió los ojos en La Clínica. Como lo había hecho tantas veces, que ya no podía recordarlas. Sin embargo, le pareció una eternidad desde la última vez que había despertado allí. Aun estaba mareada como para levantarse de la cama.
Vio dos hombres acercándose. Como era usual, sus caras permanecían a oscuras. El más alto sostenía un sobre de papel madera en su mano derecha. Una nueva misión la esperaba. Un nuevo comienzo.