jueves, 14 de abril de 2011

El equipo de Ramón

A lo largo de los más de 80 años de historia del profesionalismo en nuestro país, ha habido grandes equipos que por diferentes razones (principalmente títulos y buen juego o funcionamiento) han quedado en la memoria de los amantes del futbol. La idea es ir recordando de a poco a esos equipos, sus jugadores, los partido memorables, sus hazañas, etc.
Como no podía ser de otra manera, tratándose de quien escribe, comenzaremos con uno de los mejores equipos de los últimos 20 años: el River de Ramón Ángel Díaz.
Era mediados de 1995, los años de éxitos locales de la mano de Passarella y el campeonato invicto con Gallego habían quedado atrás, el último torneo había sido un fracaso de la mano de Babington y el millonario necesitaba un nuevo impulso. Lo que en un primer momento se suponía un refuerzo de experiencia, termino convirtiéndose en el nuevo entrenador del equipo, un Ramón de 35 años, sin experiencia como técnico pero idolatrado como jugador de la banda. Si bien los comienzos fueron complicados, el riojano pronto le encontraría la mano al equipo.
La exitosa campaña comenzó el primer semestre del '96. Mientras se naufragaba nuevamente en el torneo local (gol de mitad de cancha de Chilavert incluído), la Copa Libertadores de América cada vez parecía más cercana. River se clasifico puntero cómodo en un grupo que compartía con San Lorenzo (equipo con el que se cruzaría nuevamente en cuartos de final) y Minerven y Caracas, ambos de Venezuela.
En octavos derrotó al Sporting Cristal de Perú, jugando uno de los mejores partidos del certamen (5 a 2 en el Monumental, con un gran gol de Crespo de chilena). En semis tuvo un duro choque con la U de Chile de Leo Rodríguez y Marcelo Salas, y en la final, al igual que en el '86, tuvo que verse la cara con el América de Cali.
El equipo demostró pasajes de gran juego, y otros en los que el carácter se impuso para superar momentos decisivos. La formación base fue: Germán Burgos; Hernán Díaz, Celso Ayala, Guillermo Rivarola, Juan Pablo Sorín; Matías Almeyda, Leonardo Astrada, Gabriel Cedrés; Ariel Ortega; Enzo Francescoli y Hernán Crespo (goleador con 10 tantos), también participaron Escudero, Juan Gomez, Amato, Gallardo, Altamirano, entre otros.
Para afrontar el torneo apertura '96 el plantel sufrió grandes cambios, muchas bajas y varias altas. Se fueron Almeyda, Corti, Juan Gomez, Amato, Cedrés (paso a Boca ganándose el odio de los hinchas), y Crespo. Pero llegaron Roberto Bonano, Eduardo Berizzo, Monserrat, Berti, Cruz y Salas. El equipo base era: Bonano/Burgos; H. Díaz, C. Ayala, E. Berizzo, J. Sorín; R. Monserrat, L. Astrada, S. Berti; A. Ortega; E. Francescoli y J. Cruz (goleador del equipo con 10 tantos), también tuvieron una participación destacada Altamirano, Rivarola, Lombardi, Escudero, Gancedo, Gallardo, Solari, y Salas. River tuvo momentos de alto vuelo creativo, cuyo punto culminante fue la victoria 5 a 2 sobre Rosario Central en Arroyito, el 4 a 0 contra San Lorenzo y el 5 a 1 ante Ferro, y se convirtió en el justo campeón del torneo, sacándole 9 puntos de ventaja a sus perseguidores directos (Independiente y Lanús). Como punto negativo vale mencionar la derrota 1 a 0 ante la Juventus en la Copa Intercontinental.
El éxito continuó en el Clausura '97, alcanzando River Plate un (hasta ese momento) bicampeonato. El plantel no cambio demasiado esta vez, pero tuvo una baja fundamental: Ariel Ortega se iba al Valencia. También abandonaron el equipo Rivarola, y Cruz que se fue a Holanda a mitad del torneo. El refuerzo más importante fue Roberto Trotta. El equipo base fue similar al del torneo anterior, excepto que Salas tuvo mayor participación que Cruz en el ataque, y Gallardo paso a ser el enganche titular ante la ausencia de Ortega, además de los titulares participaron Trotta, Altamirano, Solari, Gancedo, Escudero, Maisterra, Medina Bello y Villalba. El goleador del equipo fue Francescoli con 12 tantos. La diferencia con los segundos (Colon y Newell's) fue de 6 puntos. Los partidos más destacados fueron el 4 a 0 a Unión, y el 3 a 3 con Boca luego de ir perdiendo 3 a 0. Además de buen juego el equipo demostró carácter para sobreponerse a situaciones complicadas, ya que tuvo que las únicas dos derrotas que recibió fueron consecutivas y muy duras (4 a 1 con Estudiantes y 5 a 1 con Colon).
Finalmente la racha de conquistas concluyó al semestre siguiente con la obtención del Apertura '97, convirtiéndose en tricampeón, y la Supercopa de ese mismo año. El torneo fue mucho más peleado, sumando el millonario apenas un punto más que el subcampeón Boca Juniors (45 y 44 puntos respectivamente). Las bajas fueron Altamirano, Trotta y Pena. Las llegadas más resonantes fueron las de Placente, el paraguayo Sarabia, el retorno de J.J. Borrelli, y los delanteros Sebastián Rambert (llegado directamente de Boca) y Martín Cardetti. La base del equipo se mantuvo inalterada, con la excepción de la consolidación de Burgos en el arco, la explosión definitiva de Salas (goleador del equipo con 10 tantos), y la escaza participación de Enzo Francescoli, que paso gran parte del semestre lesionado. Además contribuyeron con buenas actuaciones Placente, Sarabia, Lombardi, Escudero, Gancedo, Borrelli, Solari, Rambert, Cardetti, Villalba y Medina Bello. Como puntos altos podemos destacar el 5 a 2 a Platense y el 3 a 0 a Independiente.
Paralelamente a la obtención del torneo, se logró ganar por primera vez la Supercopa. Pocos equipos han tenido el privilegio de ganar en un mismo semestre torneo local y copa internacional. River ganó cómodamente su grupo, el que compartía con Racing Club y los brasileros Vasco de Gama y Santos (gran partido el 5 a 1 sobre Vasco en el Monumental). Y luego venció al Atlético Nacional de Medellín de Serna (gol de mitad de cancha de Salas incluido) en Semis y al San Pablo en la final.
De esta manera culminó uno de los períodos más exitosos de la historia del equipo Millonario, logrando afirmar en el Olimpo riverplatense a algunos ídolos, como el caso de Francescoli (que decidió retirarse al finalizar 1997), y consagrar a otros, como el caso de Ortega, Gallardo, Crespo y Salas. Lo más destacable de este plantel es que logró el justo equilibrio entre jogo bonito y resultados, convirtiéndose en un estandarte de buen fútbol. Los amantes del juego todavía lo extrañamos.

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