jueves, 15 de noviembre de 2012

Everybody Lies (Todos Mienten)

El elenco original
Cuando algo que disfrutamos llega a su fin, no podemos sentir más que una sensación parecida a la tristeza. Claro que no se trata de algo doloroso, sino solamente de un pequeño vacío que nos queda post conclusión. 
Escribo estas líneas porque ayer terminé de ver el capítulo 22 de la octava temporada de Dr. House. Es decir, el último. Durante 8 largos año, este particular doctor formó parte de mi vida de alguna manera. Al punto de atraparme y lograr que siga capítulo a capítulo sus casos. 
Para quien no escuchó nunca hablar de la serie, o para el que solo la conoce por su título, se trata de un drama médico, pero de características singulares. Básicamente se diferencia de algunos otros shows de la misma temática por la construcción de sus personajes, en especial de quien le da nombre a la serie. 
Gregory House es un excelente médico de diagnóstico, obsesionado con los puzzles, sumamente inteligente (y hasta acá los elogios), que es cabeza de un equipo médico de nunca menos de tres integrantes, encargado de resolver los casos más difíciles que se presentan en el Hospital Universitario Princeton-Plainsboro en Nueva Jersey. En cada episodio vemos como House y su equipo se enfrentan a nuevos desafíos mientras lidian con sus propios demonios. 
Lo más atractivo del show es la personalidad del personaje principal. Hugh Laurie logra una excelente interpretación poniéndose en la piel de este médico resentido, cínico, egoísta, bastante alejado de los límites de la incorrección política, y dispuesto a arriesgarse a sí mismo y a sus pacientes con tal de llegar a la verdad, internándose en búsquedas y deducciones que lo emparentan muy de cerca con Sherlock Holmes (además de compartir varios rasgos de su personalidad). 
Obviamente, y como se desprende de alguna de las cosas mencionadas más arriba, House no está solo. Los miembros más destacados de su equipo, al que se encarga de volver loco y presionar hasta límites insospechados episodio a episodio, son el Dr. Robert Chase (Jesse Spencer), la Dra. Allison Cameron (Jennifer Morrison), el Dr. Eric Foreman (Omar Epps), hasta acá el equipo original; el Dr. Lawrence Kutner (Kal Penn), la Dra. Remy Hadley (la bella Olivia Wilde), el Dr. Chris Taub (Peter Jacobson), y las efímeras Dra. Martha M. Masters (Amber Tamblyn), Dra. Chi Park (Charlyne Yi), y Dra. Jessica Adams (Odette Annable). Cada uno de ellos con distintas y bien definidas características que los hacen únicos, enfrentados a una relación cercana al amor/odio con su jefe. 
El equipo de la quinta temporada
Mención especial merecen dos personajes de gran importancia. En primer lugar, la Dra. Lisa Cuddy (Lisa Edelstein), la directora del hospital que intenta lo imposible, manejar a House. De alguna manera trata de ponerle límites. Además siente una atracción amorosa por el protagonista, la cual debajo de todas esas agresiones que intercambia con Greg, es correspondida. Y en segundo lugar, el Dr. James Wilson (interpretado magistralmente por Robert Sean Leonard), que es el mejor y único amigo de House, la voz de su conciencia, la persona que siempre está a su lado para ayudarlo, y cuya paciencia y lealtad es probada hasta extremos muchas veces inaccesibles. Es una de las pocas personas a las que nuestro notable médico escucha.
No quisiera terminar sin antes destacar la excelente musicalización del show, cuyas canciones están elegidas con una exactitud tal que acompañan de manera inmejorable las distintas historias, escenas y climas.
En definitiva se trata de un gran show, que más allá del interés que puede generar por la resolución de casos médicos complejos, se centra en las relaciones entre los personajes, y en como giran en torno al principal, un doctor amargado, que no cree en nada más allá de la ciencia, que se encarga de expulsar de su vida a todos los que en algún momento sienten amor, cariño o afecto por él, que se comporta muchas veces de manera infantil, pero que sin embargo logra atraer, generar empatía en el espectador, y ganas de seguir sus desventuras semana a semana. ¿Qué más se puede pedir de un programa de televisión?



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