Mientras pasaban los kilómetros me preguntaba cómo se sentiría Sal Paradise, aquel personaje de la novela En el Camino, de Jack Kerouac, quien recorría varias veces el país, teniendo a San Francisco como horizonte deseado. Por supuesto que nuestro viaje no se compara con los suyos.
Paramos a almorzar en un desértico pueblo californiano llamado Mojave. Aprovechamos para descansar un poco, y escapar del calor de la ruta.
Cuando estábamos a solo una hora y media de nuestro destino nos cruzamos con un outlet enclavado en el pueblo de Tulare. Decidimos parar y hacer algunas compras.
Alrededor de las ocho arribamos a destino. El pueblo se llama Oakhurst. Mucho no pudimos recorrerlo, pero lo elegimos por su proximidad con Yosemite (apenas una veintena de kilómetros).
Mañana nos espera conocer el parque nacional y volver a San Francisco para completar el círculo.
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