El fuego dejó cenizas inertes.
El viento las dispersó.
Ya no pueden volver a ser.
El peso del mundo se hizo carne.
Nada se desvanece obligados a no olvidar.
Desechando lo que no encaja.
El esfuerzo es vano.
El tiempo corroe todo intento de parecer.
El interrogante flota evidente.
¿Para qué?
Rebaños, moscas, cuerpos.
Flotan en soledad, sin conexión.
Todo es distracción, vacío, una simple sala de espera.
Valores artificiales, ficciones de lo cotidiano.
Simple subsistir.
Espejismos.
Basta.
