¿Cuándo una canción es larga?
Para poder satisfacer este interrogante deberíamos situarnos en un género y una
época determinados. Ya que no es lo mismo hablar de Pop que de Jazz, ni de la
década del '50 que de la del '90.
Para este post en particular he decidido
circunscribirme al Rock, a lo largo de toda su vida, con especial atención en
el decenio comprendido entre 1965 y 1975.
Antes de comenzar mi repaso por
dichas canciones, conviene definir de qué hablo cuando digo que una canción es
larga. Para simplificar el análisis, se puede proponer sin temor a equivocarse,
que cuando un tema supera los cinco minutos de duración es largo. Así se puede
contar con un criterio fijo a la hora de seleccionar las obras.
Desde los inicios de Rock 'n
Roll, hasta su explosión en Inglaterra, vía Beatles y Stones a mediados del
primer lustro de la década del '60, las canciones no superaban la media de los
tres minutos, salvo escazas excepciones. Con el ingreso en la psicodelia, y el
puntapié inicial dado por los Beatles a la experimentación, de a poco los temas
fueron extendiendo su duración, hasta alcanzar límites insospechados algunos
años antes. Grandes representantes de este tipo de canciones fueron compuestas
por bandas de Rock Progresivo y Sinfónico, a las que pronto se sumarían bandas
de los géneros más diversos, como el Heavy Metal o el Pop sofisticado, entre
muchos otros.

Como ya expresara en párrafos
anteriores, el Rock Sinfónico fue uno de los principales exponentes en lo que a
canciones largas se refiere. Una de sus bandas más emblemáticas, Yes, tienen un
sinnúmero de temas que aportar a este breve recuento. Del excelente disco de
1971, The Yes Album, son originarias Starship Trooper (casi nueve minutos y
medio), I've Seen All Good People (apenas por debajo de los siete minutos) y
Perpetual Change (casi nueve minutos). Tema, este último de una complejidad
envidiable, que versa sobre la necesidad del hombre de controlar la naturaleza,
y la necedad de no ver que en realidad es ella la que nos controla. En su
siguiente disco, Fragile (1971), la banda ofrece dos nuevas gemas de largo
desarrollo, su clásico Roundabout (ocho minutos y medio), y el gran Heart of
the Sunrise (de casi once minutos y medio). El desafío se iría aumentando año
tras años hasta llegar en 1972 a editar un tema de más de dieciocho minutos y
medio (Close to the Edge, del disco homónimo), y al año siguiente un disco,
Tales from Topographic Oceans, cuya duración es de más de ochenta minutos, y
solo cuenta con cuatro canciones.


Viniendo a épocas contemporáneas,
grupos de distintos estilos, como los Guns and Roses o Dream Theater, han
arrojado gemas de extensa duración. Canciones como November Rain y Estranged (¡que
grandes solos de Slash!) de los californianos, o Take the Time, A Change of Seasons,
y Beyond this Life de la banda de Petrucci, solo por citar algunos casos, son
claros ejemplos de este tipo temas.
Así concluye este escueto repaso por
los temas largos del rock. Por supuesto no agota la temática, sino que apenas
la propone. Han quedado afuera grandes canciones de bandas consagradas como
Genesis, Emerson, Lake & Palmer, King Crimson, entre muchas otras, y ni que
hablar del rock argentino, con exponentes como Vox Dei (Génesis), o Pescado
Rabioso (Cantata de Puentes Amarillos), solo por mencionar dos casos
emblemáticos. Estará en cada lector la voluntad de adentrarse o no en este
mundo tan especial que conforman las canciones de larga duración. Estas son
algunas de mis favoritas, ¿cuáles son las tuyas?