lunes, 27 de febrero de 2012

Canciones Largas


¿Cuándo una canción es larga? Para poder satisfacer este interrogante deberíamos situarnos en un género y una época determinados. Ya que no es lo mismo hablar de Pop que de Jazz, ni de la década del '50 que de la del '90.
Para este post en particular he decidido circunscribirme al Rock, a lo largo de toda su vida, con especial atención en el decenio comprendido entre 1965 y 1975.
Antes de comenzar mi repaso por dichas canciones, conviene definir de qué hablo cuando digo que una canción es larga. Para simplificar el análisis, se puede proponer sin temor a equivocarse, que cuando un tema supera los cinco minutos de duración es largo. Así se puede contar con un criterio fijo a la hora de seleccionar las obras.
Desde los inicios de Rock 'n Roll, hasta su explosión en Inglaterra, vía Beatles y Stones a mediados del primer lustro de la década del '60, las canciones no superaban la media de los tres minutos, salvo escazas excepciones. Con el ingreso en la psicodelia, y el puntapié inicial dado por los Beatles a la experimentación, de a poco los temas fueron extendiendo su duración, hasta alcanzar límites insospechados algunos años antes. Grandes representantes de este tipo de canciones fueron compuestas por bandas de Rock Progresivo y Sinfónico, a las que pronto se sumarían bandas de los géneros más diversos, como el Heavy Metal o el Pop sofisticado, entre muchos otros.
Desde la segunda mitad de la década del '60, una banda que siempre se caracterizó por incluir algún tema de larga duración en su repertorio fue The Who. En su segunda placa, A Quick One (1966), el tema que le da título al álbum es una mini suite que supera los nueve minutos de duración, en la que se narra la desventura de una mujer, cuyo marido debe partir por un año, y que consigue paliar su desdicha en los brazos de otro hombre. El tema culmina con la vuelta del esposo, que termina perdonando a su amada, al confesarle ésta su infidelidad. Años después, en su disco Who's Next (1971), vería la luz Won't Get Fooled Again, uno de sus mayores hits, en el que se mezcla un mensaje político con un claro desencanto por los líderes de esa época y sus ideales de revolución, cuya duración supera sensiblemente los ocho minutos y medio. Ejemplos como éstos se cuentas a montones en la vasta discografía de la banda.
Como ya expresara en párrafos anteriores, el Rock Sinfónico fue uno de los principales exponentes en lo que a canciones largas se refiere. Una de sus bandas más emblemáticas, Yes, tienen un sinnúmero de temas que aportar a este breve recuento. Del excelente disco de 1971, The Yes Album, son originarias Starship Trooper (casi nueve minutos y medio), I've Seen All Good People (apenas por debajo de los siete minutos) y Perpetual Change (casi nueve minutos). Tema, este último de una complejidad envidiable, que versa sobre la necesidad del hombre de controlar la naturaleza, y la necedad de no ver que en realidad es ella la que nos controla. En su siguiente disco, Fragile (1971), la banda ofrece dos nuevas gemas de largo desarrollo, su clásico Roundabout (ocho minutos y medio), y el gran Heart of the Sunrise (de casi once minutos y medio). El desafío se iría aumentando año tras años hasta llegar en 1972 a editar un tema de más de dieciocho minutos y medio (Close to the Edge, del disco homónimo), y al año siguiente un disco, Tales from Topographic Oceans, cuya duración es de más de ochenta minutos, y solo cuenta con cuatro canciones.
Pink Floyd fue otra banda de rock progresivo que nos acostumbró a deslumbrarnos con largas canciones. Su tema Echoes, del disco de 1971 Meddle, cuya duración supera los veintitrés minutos no me deja mentir. La pieza incluye largos pasajes instrumentales, distintos efectos sonoros y alguna improvisación. En 1975, el álbum Wish You Were Here incluyó, dividido en dos partes, el clásico Shine on you Crazy Diamond (ambas partes superan largamente los doce minutos), en el que se permiten hablar un poco de la genialidad y la locura, lo que hace inevitable emparentarlo con su anterior líder Syd Barrett. En su disco posterior, Animals (1977), tres de sus cinco oscilan entre los diez y diecisiete minutos de duración (Dogs, Pigs, Sheep).
Bandas de Rock Duro, como Deep Purple y Led Zeppelin han realizado numerosas composiciones del tipo que nos ocupan. Los primeros tienen en su haber Child in Time (10:14), de la placa In Rock (1970), que más allá de sus tintes progresivos y metaleros, cuenta con un gran despliegue vocal de ese excelente cantante que es Ian Gillan. En su clásico disco de 1972, Machine Head, cuatro de las siete canciones superaban los cinco minutos. Entre las más destacadas se encuentras Highway Star (6:05), oda de amor a un auto, Smoke on the Water (5:40) y Lazy (7:19), en la que Gillan acusa a su interlocutor de ser haragán.
El gran emblema de los segundos es un tema que supera los ocho minutos, me refiero a Stairway to Heaven, de su obra Led Zeppelin IV (1971). El tema nos lleva por varios climas, y una enigmática letra (inspirada en parte en una leyenda celta), hasta estallar en un incendiario solo de Jimmy Page.  Otros grande hitos que superan los cinco minutos son: Babe I'm Gonna Leave You (6:41), Whole Lotta Love (5:34) y Since I've Been Loving You (7:24), solo por citar algunos ejemplos.
Viniendo a épocas contemporáneas, grupos de distintos estilos, como los Guns and Roses o Dream Theater, han arrojado gemas de extensa duración. Canciones como November Rain y Estranged (¡que grandes solos de Slash!) de los californianos, o Take the Time, A Change of Seasons, y Beyond this Life de la banda de Petrucci, solo por citar algunos casos, son claros ejemplos de este tipo temas.
Así concluye este escueto repaso por los temas largos del rock. Por supuesto no agota la temática, sino que apenas la propone. Han quedado afuera grandes canciones de bandas consagradas como Genesis, Emerson, Lake & Palmer, King Crimson, entre muchas otras, y ni que hablar del rock argentino, con exponentes como Vox Dei (Génesis), o Pescado Rabioso (Cantata de Puentes Amarillos), solo por mencionar dos casos emblemáticos. Estará en cada lector la voluntad de adentrarse o no en este mundo tan especial que conforman las canciones de larga duración. Estas son algunas de mis favoritas, ¿cuáles son las tuyas? 

2 comentarios:

  1. Si bien el género predilecto para este tipo de composiciones es el rock/metal progresivo (citaste excelentes ejemplos así que no voy a repetirlos), también se pueden encontrar joyas en otros estilos, como por ejemplo en el power metal, con las clásicas Halloween y Keeper of the Seven Keys de Helloween, piedras angulares del género, e incluso también en bandas de hard rock, como Ten, que suele meter un temita largo en cada uno de sus discos. Otro tipo que suele hacer suites recontra largas de entre 18 y 25 minutos (en especial debido a las características de sus discos, casi todos conceptuales), es Neal Morse, tanto cuando estaba en Spock's Beard como en Transatlantic o en su etapa solista.

    Creo que con este tipo de canciones es donde un compositor demuestra su calidad, porque no es fácil escucharse de un saque un tema de 25 minutos, y hay que mantener enganchado al oyente, sino uno lo apaga y a otra cosa mariposa (?). Un tema de Flema de 20 minutos te da ganas de pegarte un tiro en los huevos (?). Hay que hacerlo que rinda y que la duración tenga un sentido y que nada sea al pedo, como por ejemplo la versión en vivo del disco PULSE, de casi 10 minutos de duración de los cuales 5 son el solo final de Gilmore y realmente no sobra ni un nanosegundo. Es más, uno quiere que dure y dure y no termine más. Ahí es donde demuestra que está bien hecho y el tipo que lo hizo sabe lo que está haciendo.

    En el otro lado, podemos ir al recital de Viejas Locas en Vélez en el que según dicen los valientes sobrevivientes (?) estiraron un tema como 20 minutos... ¿Pity improvisando durante 20 minutos? Dejá, prefiero pasar ese tiempo viendo un gatito desfallecer luego de que un tren lo cortara por la mitad (?).

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  2. Canciones largas fueron también "Suppers Ready" de genesis Atom heart Mother de Pink Floyd, APlague of Lighthouse Keepers de Van Deer Graaf, Mei de Echolyn. Big Swift de Frank Zappa, y otras más que no recuerdo ahora

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