domingo, 5 de febrero de 2012

Aquel chico sordo, mudo y ciego

Para 1968, The Who se encontraba trabajando en su cuarto disco. Atrás habían quedado los tres primeros éxitos logrados con My Generation (1965), A Quick One (1966) y The Who Sell Out (1967). En esta oportunidad el grupo estaba buscando patear el tablero con algo especial. Así lo había reconocido su gran guitarrista Pete Townshend, en una entrevista a la Rolling Stone, declarando que estaba trabajando en una ópera rock. 
Cabe aclarar en este punto, de que se habla cuando se menciona el término opera, que a priori parecería lejano al rock. Específicamente, se hace referencia a ciertos álbumes de rock, en los que se respetan las estructuras operísticas, con personajes, voces, una temática o argumento determinado (que abarca todo el disco), y ciertas canciones cíclicas, que cohesionan la obra. 
Así es como en mayo de 1969 vió la luz Tommy. Se trata de un disco doble, que supondría el primer gran salto de calidad de la banda compuesta por Pete Townshend, Roger Daltrey, John Entwistle, y el explosivo Keith Moon, y que inauguraría una seguidilla de discos que escalarían alto en los rankings musicales. 
El larga duración narra la historia de Tommy, un niño que nace con un padre desaparecido en la Primera Guerra Mundial, que reaparece años después para matar al amante de su esposa traumando al pequeño, que a raíz de ese suceso queda sordo, mudo y ciego. A partir de allí el disco nos sumerge en las desventuras de este chico que se irá convirtiendo en hombre, que sufrirá todo tipo de abusos de su propia familia, descubrirá la música, experimentará con drogas, se impondrá como un gran jugador de Pinball, logrará curarse, y hasta se convertirá en una especie de mesías para gran cantidad de gente. Obviamente esto es solo una versión resumida, y tratando de no develar demasiados detalles, del argumento que nos acerca el LP. 
Más allá de ser revolucionario por su calidad de ópera rock, la obra está compuesta por grandes temas, algunos ejemplos de ellos son: Pinball Wizard, sin duda el más emblemático y que mayores éxitos a nivel comercial cosechó; Christmas, Acid Queen, I'm Free, otro de los que fue editado como sencillo; We're not gonna take it y See me, Feel me/Listening to you. 
Tommy es considerada muchas veces la primer obra en su estilo pero los primeros en editar una ópera rock fueron The Pretty Things, con su disco S.F. Sorrow, en 1968. Sin embargo, suele haber cierto consenso alrededor de que el proyecto de los Who es anterior, si bien la obra vio la luz posteriormente. 
Al poco tiempo de su edición la crítica se dividió entre aquellos que lo calificaron como un disco genial, creador de un nuevo género, y otros que se vieron disgustados por la temática desarrollada. Sin embargo, nada impidió que Tommy se convirtiese en un importante éxito comercial que posicionó a los ingleses como a uno de los grandes grupos a nivel mundial. 
Al igual que ha ocurrido en otras oportunidades, con discos míticos de rock, a la versión original se agregaron otro tipo de versiones. Así es como en 1972 Lou Reizner presentó una versión orquestal junto con los propios Who y la Sinfónica de Londres; como en 1975 Tommy llegó al cine, de la mano del director Ken Russell, y con el propio Roger Daltrey como protagonista; y como finalmente en 1993 se conoció una adaptación al musical del disco, de la mano de Townshend y el director Des McAnuff. Si bien en todos los casos las críticas fueron variadas, el éxito de audiencia no se hizo esperar, y cada adaptación logró expandir el universo de la obra original. 
Más allá de las críticas, el suceso comercial, o el hecho de ser, o no ser, la primer ópera rock, es innegable que Tommy representa un hito en las historia del rock mundial, y esa es razón más que suficiente para dedicarle algunas líneas a modo de humilde homenaje.



1 comentario:

  1. Perdón, pero si es sordo, mudo y ciego, ¿cómo descubrió la música? ¿Cómo aprendía los temas? ¿Cómo ensayaba con la banda? (?) jajaja, perdón, pero tenía que decirlo.

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