Hay algunas publicaciones que quizá pasan desapercibidas para la gran mayoría, pero son muy significativas para la minoría que las sigue, en parte porque cubren ciertas necesidades de información insatisfechas y en parte porque logran captar el espíritu de la generación que las adopta como propias.
Hay numerosos ejemplos de este tipo de ediciones a través de la historia, el Expreso Imaginario podría ser una de ellas, Cerdos y Peces otra. Si nos paramos en tiempo presente, descubriremos que hay otra revista, que hace poco ha dejado de salir, y que indudablemente se convertirá en un clásico con el correr de los años. Me refiero específicamente a La Mano.
El jefe de redacción era Roberto Pettinato, y participaban entre otros Alfredo Rosso, Pipo Lernoud, Sergio Marchi, y un largo etcétera de importantes periodistas. Las notas se centraban principalmente en el plano musical, tanto en artistas de vanguardia como en viejas glorias. Hubo números enteros dedicados a Charly, Spinetta, tapas de Hendrix, Miles Davies, rarezas para una revista de estos tiempos. También se podía encontrar información sobre literatura, teatro, arte, criticas de discos, en ocasiones cuentos, entre mucho otro material.
Mención aparte merecen las tapas. Según mi opinión La Mano era la revista que mejores tapas tenía. Con esto, no me refiero al artista que aparecía, que me podía gustar o no, sino al diseño de las mismas.
Comenzó a salir en Marzo de 2004; la primer tapa fue de Kurt Cobain, en una de sus tantas reseñas históricas. Dejó de salir 80 números después en Noviembre de 2010, con Andrés Ciro en portada. Luego sobrevinieron mensajes en Twitter con Pettinato anunciando el final de La Mano. Adujeron problemas financieros. Evidentemente la libertad creativa que se tomaron para realizar la revista, a años luz de publicaciones del mismo estilo como Rolling Stone o Inrokuptibles, les pasó factura.
Hoy a tres meses de su final aún no encontré una publicación que pueda reemplazarla y no creo que la encuentre en un futuro cercano. Sin embargo, tengo la esperanza de que en algún momento vuelva a salir y logre la aceptación que se merece.