sábado, 11 de junio de 2011

El Fin

"This is the end
Beautiful friend
This is the end
My only friend, the end

Of our elaborated plans, the end 
Of everything that stands, the end 
No safety or surprise, the end 
I'll never look into your eyes...again" 

The End, 1967, The Doors


¿Alguna vez alguien se puso a pensar qué pasaría si todos estos absurdos rumores sobre el fin del mundo fueran ciertos? Si todos estuviéramos convencidos de que el año que viene fuera realmente el final, ¿cómo reaccionaríamos? ¿Qué diríamos? ¿Qué callaríamos? ¿Qué soportaríamos o dejaríamos de soportar? Les propongo que me acompañen en este pequeño ejercicio de imaginación. 
Hay toda clase de personas, que en este momento están atravesando distinto tipo de situaciones, y es completamente difícil predecir que haría cada uno. Este sería un simple intento de formar un improbable cuadro de situación.
Los enamorados probablemente buscarán refugio en su sentimiento y en la persona que lo desata. Los solitarios quizá se reprocharan a sí mismos haber llegado a ese estado. A los perfeccionistas seguramente el final los alcanzará insatisfechos. Algunos aprovecharán para desatar sus impulsos más oscuros, y otros para decir aquello que callaban. Los ansiosos por primera vez no querrán que el tiempo transcurra, y los cobardes preferirán no haber nacido.
Los creyentes tendrán dos caminos posibles, o su vinculo con sus creencias se volverá más fuerte, convirtiéndose en sustento espiritual en los momentos más difíciles, o renegarán de toda creencia, argumentando que de existir una entidad superior que todo lo rige jamás habría permitido llegar a este estado de cosas. Los impíos podrán ver confirmadas sus sospechas, o culminarán por acercarse a lo que siempre se opusieron y buscarán reparo en la religión.
¿Cómo reaccionaría la clase política? Probablemente Cristina diría que la situación está orquestada por los grandes monopolios, y Aníbal Fernández que solo se trata de una sensación de fin del mundo. Lilita Carrió se sentirá satisfecha al fin, ya que verá cumplido por primera vez alguno de sus vaticinios. Cobos seguramente afirmará que se trata de la no continuación del mundo, y Alfonsín tratará de tejer algún tipo de alianza con el más allá para ganar peso político. Por su parte, Macri permanecerá impávido como siempre, planeará un viaje para no estar presente cuando suceda, y encontrará la forma de responsabilizar a otro. Duhalde seguramente organizaría algún saqueo para poder acceder al poder, aunque sea por unos pocos meses. Finalmente Pino Solanas se pronunciará en contra del fin, elaborará alguna teoría de por qué se ha llegado hasta ese punto, para luego reconocer que no está informado sobre el tema.
Desde TN seguramente se las arreglarían para implicar al gobierno como el principal responsable de los eventos por ocurrir. Clarín publicará una tapa toda negra, aduciendo que es una acción de censura destinada a acallar al periodismo independiente. 6 7 8 verá la oportunidad para seguir demonizando a Magnetto. Mientras esta guerra mediática tiene lugar, en Telefe Noticias se podrá ver un compilado de los mejores bloopers de la década, Canal 9 programará un maratón de telenovelas venezolanas y América dará a conocer todos los chimentos de la farándula en sus días finales.
En el plano internacional, seguramente Estados Unidos aproveche para inventar una guerra contra algún país de Medio Oriente con el fin de generar distracción, mientras construye algún aparato que les permita a alguno de sus más "ilustres" ciudadanos sortear la delicada situación. En el seno de la Unión Europea seguramente Alemania manifestará que la razón de este abrupto fin se debe al despilfarro de fondos públicos perpetrado por los gobiernos social demócratas, y los griegos descubrirán que había algo peor que la quiebra financiera.
Más allá de estas simples y absurdas especulaciones, a lo largo de la historia la raza humana ha demostrado distintos tipos de reacciones ante situaciones límite (ninguna tan límite como la propuesta). Mientras que en algunos casos la adversidad logra unir posiciones y esfuerzos para intentar sobreponerse a ella, en otros, el caos se apodera de la situación, y todo se complica aún más. Esta ambivalencia está presente en la naturaleza humana y en cada una de nuestras acciones. Lo importante es, ante la inminencia del fin, irnos sin reproches, sin nada pendiente por decir o hacer. Está en nosotros elegir de que manera afrontaríamos el final. 

2 comentarios:

  1. :) una justa sátira o una inquietante premonición???... qué expectativa...

    por mi parte seguramente apostaría al amor y a mi creencia de que ese Alguien superior a nosotros nos está abriendo la puerta a un mundo mejor (para lo cual sería necesario acabar con el sistema (no me refiero al planeta, que es grandioso) existente, tal como lo concebimos hoy).

    Lo que sí te faltó decir que EEUU crearía una nave super inmensa para la salvación de la humanidad jajajajajaja... ellos siempre quieren ser los héroes :P

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  2. Excelentísimo texto. Te aplaudo de pie (metafóricamente por que estoy sentado lo más pancho y no me quiero levantar, jeje).

    Yo, por mi parte, si me entero que lo del Diciembre del 2012, mi primera reacción va a ser un "pero la remil pu..., mayas del or...", pero después me pondría en campaña para tratar de hacer realidad todos mis sueños posibles. Aprovechar el tiempo.

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