¿Alguna vez pensaron en la estrecha relación que tiene el rock con los animales? Desde el surgimiento del estilo se han utilizado a distintos miembros del reino animal como fuente de inspiración, como vía para construir metáforas o simplemente para reconocer su importante papel en nuestra vida.
Algunas bandas, tanto locales como foráneas, le deben sus nombres. Tal es el caso de The Animals, banda inglesa liderada por Eric Burdon, que fue la primera en hacer pie en EEUU de la mano de su hit The House of the Rising Sun, de los galeses de Super Furry Animlas; o de varias de las bandas de rock de acá, como Los Gatos, Pescado Rabioso y Los Pericos; y algunas que demuestran que a la hora de elegir nombres los roedores pican en punta, siendo el caso de Los Ratones Paranoicos, Los Súper Ratones y Rata Blanca. Los insectos también fueron tenidos en cuenta por Los Piojos y La Mosca.
Entre su vasta cantidad de composiciones The Beatles tienen varias que mencionan animales. Martha My Dear, tema de Paul del Álbum Blanco, está inspirada en su perra; Blackbird, otro tema del mismo álbum y autor, habla sobre un "pájaro negro cantando en el medio de la noche", y está dedicada a Martin Luther King, que en ese año 1968 sería asesinado. John Lennon aporta otra canción que vio la luz en el disco Magical Mystery Tour, se trata de I am the Walrus (Yo soy la Morsa), que se trata de una de los temas más psicodélicos de la banda.
Y si de psicodelia y animales hablamos, es obligado mencionar el tema que Jefferson Airplane editaría en 1967, White Rabbit, inspirada en el libro de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas. Libro que también inspiró a Serú Girán a componer Canción de Alicia en el País, en la cual Charly, al realizar una descripción de lo que pasaba en nuestro país en esos años (la composición es de 1980) dice "ya no hay morsas, ni tortugas", refiriéndose al presidente de facto Onganía y al presidente constitucional Illia respectivamente.
Serú Girán también utilizó a los perros de forma metafórica, como lo demostraría en la canción Noche de Perros, en la cual el protagonista se encuentra en una noche oscura y solitaria, similar a su estado de ánimo. Y si de perros estamos hablando, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota les dio forma de rock clásico en su hit Mi Perro Dinamita; y varios años después sería su guitarrista, Skay, pero ya en plan solista, quien los volvería a convertir en protagonistas en Memorias de un Perro Mutante, en la que describe un presente post apocalíptico.
Si nos remontamos a los inicios del rock en la Argentina, vamos a encontrar varios ejemplos más. Quizá el más emblemático sea El Oso, tema compuesto por Moris en 1970, que describe los avatares de un oso que vivía en el bosque y es capturado por un circo, y que habla de la condición humana más de lo aparenta a simple escucha. En 1973, Sui Generis, nos propone ingresar en el terreno de la fábula con Un Hada, un Cisne, que relata una triste historia de amor entre, justamente, un hada y un cisne. Aquelarre también elegiría hablar de aves en un tema de su disco Brumas de 1974; me refiero a Aves Rapaces, una certera observación sobre la realidad imperante en nuestra pampas.
Otros grandes del rock nacional también elegirían ciertos animales para protagonizar alguno de sus temas. Pappo aportaría El Gato de la Calle Negra ("si te cruzas por delante, mala suerte das") y Abelardo el Pollo; Charly García compondría Los Dinosaurios (utilizando estos animales extintos para hablar de los desaparecidos); Divididos nos describiría a un topo avant-garde que tiene la ilusión de no laburar más en Vida de Topo; y Andrés Calamaro utilizaría a El Salmón para simbolizar su costumbre de nadar contra la corriente, titulando a un disco quíntuple y al primer corte del mismo.
Un caso atípico es el de Moby Dick, canción instrumental de Led Zeppelin, inspirada en la novela homónima de Herman Melville, que narra la historia del capitán Ahab obsesionado por dar muerte a una gran ballena blanca.
Portada de Paul is Live, 1993. |
También hay algunos discos cuyos títulos o portadas hacen referencia a animales, como es el caso de Perros, perros y perros, tercer larga duración de Los Caballeros de la Quema; Weasels Ripped my Flesh (Comadrejas desgarraron mi carne) de Frank Zappa; Paul is Live de Paul McCartney, en cuya foto de tapa se puede ver a Paul cruzar la calle al estilo de Abbey Road junto con su perra; o Atom Heart Mother de Pink Floyd, cuya portada está ilustrada por una vaca, cortesía de la gente de Hypgnosis, que tendría a cargo del diseño de varias de las tapas del grupo.
Portada de Atom Heart Mother, 1970. |
Para finalizar, me voy a referir a un disco que probablemente sea el que más lejos llevó la metáfora de los animales en el mundo del rock. Me estoy refiriendo al LP Animals, de Pink Floyd, editado en el año 1977. El larga duración gira en torno a un concepto acuñado por Roger Waters que, probablemente inspirado en el clásico de George Orwell, Animal Farm (Rebelión en la granja), divide a la sociedad en Perros, Cerdos y Ovejas. Los primeros representarían a los encargados de hacer cumplir la ley, los segundes a los gobernantes, y los terceros a simples peones sin control sobre sus vidas. Sus cinco temas se titulan: Pigs on the wind 1, Dogs, Pigs, Sheep, y Pigs on the wind 2. La portada del disco muestra una fábrica con sus chimeneas humeantes y un globo de un cerdo flotando entre las nubes de hollín.
En la historia del rock hay innumerables referencias a animales. Aquí solo he recorrido algunos ejemplos.
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